Han pasado dos semanas desde que tuve que volver a Inglaterra, debía resolver unos asuntos y recoger unos papeles, Shelly me ayudó mucho, sobre todo porque ella conoce Inglaterra y yo no.
- Señorita, ¿Desea alguna pastilla para el mareo? Le recordamos que en unos minutos el avión va a aterrizar.
- No muchas gracias, me encuentro bien... - Le sonreí y ella me devolvió la sonrisa gentil.
Al llegar recogí mi equipaje, y pedí in taxi, cuando llegué a casa, entré no había nadie, o al menos eso parecía, realmente todo estaba en completo silencio.
- ¿Hola? - No hubo respuesta, no hay nadie en casa, subí a mi habitación y desempaqué, todo estaba, exactamente igual que antes, es más, había un poco de polvo sobre mi librero, lo sacudí en seguida, es como si nadie se hubiera acordado que mi habitación existía.
Bajé a la cocina y preparé unas palomitas, me senté en el sillón que estaba al frente de la televisión, y me dediqué a ver "Coraline".
Sentí como si todo se moviera y todo estaba oscuro, debo de ser una idiota porque mis ojos estaban cerrados, alguien me llevaba a mi habitación, cuando me recostó en mi cama y me tapó con mi cobijas pude notar que era mi padre, mientras mi madre lo esperaba con una sonrisa en el rostro.
- Pa...
- Shhh... Duerme. - Desperté minutos después y fui a beber un poco de agua, al volver, vi que mi celular vibraba, un mensaje.
- "Llegaste bien?" - Era Shelly.
- "Completamente".
- "Está bien, no te olvides mi extranjera ;)"
- "Nunca loca <3"
La puerta se abrió de golpe.
- Si eras tú. - La sonrisa le ocupó todo el rostro. - Al fin volviste ______.
- Jinxx. - Corrí emocionada hacia él, y por fin, después de tanto tiempo, pude besarlo de nuevo.